Cuaderno de Bitácora

Sábado 24 de marzo de 2018, como siempre el ambiente pesado y tropical en Singapur. Una nueva tripulación reemplaza a la anterior: Pere, nuestro capitán español, reemplaza a Pietro que estuvo a cargo del timón desde Puerto Galera, Filipinas; Yffick, el contramaestre que reemplaza a JJ, otro bretón….. E Inès retoma como jefa de grupo y coordinadora científica reemplazando a Candy. Una nueva ilustradora a bordo, Cécile Koepfli, la segunda participante del programa cultural “Dans le miroir de Magellan” desde que zarpamos de Sevilla, también nuestros cinco pasajeros han llegado desde Suiza y desde Jakarta: Azadée, Marie-Claire, Jean-Claude, Michael et Shaun.

Singapur es el puerto comercial más grande del mundo, no encontramos ningún velero apto para intervenir en una vela de gran tamaño. La tripulación solicito los recursos locales siguiendo los consejos brindados. No pudieron ayudarnos frente a una vela mayor de 110 metros cuadrados de Flor de Pasión y la misma no pudo ser reparada a pesar de la ayuda recibida. Se debió mandar a Indonesia por correo para ser reparada. Yffick, Inès y Pierrick se ocuparon de hacerlo la víspera de la partida. 

El Republic of Singapore Yacht Club (RSYC) es el club de yate más antiguo de la isla-Estado y se jacta de ser la institución más antigua de este tipo en Asia. La acogida de la que gozó Flor de Pasión en el momento de su llegada, el martes 13 de marzo de 2018, fue a la medida de esta herencia tan antigua que se remonta a principio del siglo XIX.

Mientras que el velero estaba anclado cerca de la isla de San Juan, en la zona de cuarentena dedicada a las formalidades de entrada a Singapur, esa mañana, uno de los miembros destacados del club en persona, el tesorero, salió al encuentro de Flor de Pasión para recibirlo y escoltarlo a lo largo de las últimas millas hasta la marina ubicada entre las numerosas zonas portuarias de la isla.

Mientras que el capitán Pietro efectuaba una media vuelta delicada en un espacio estrecho para presentarse a babor en el muelle, el Comodoro en persona acompañado por otro miembro del comité, el gerente, así como de empleados del club, estaban presentes para asistir a la llegada, expectantes de que la maniobra se realizase sin inconvenientes. Impresionados de descubrir una faceta marítima inesperada de un país rodeado de tierra bajo la forma del velero más grande bajo pabellón suizo.

A continuación, una serie de felicitaciones y de agradecimientos, de apretones de mano  afectuosos y de intercambios de obsequios como un banderín del RSYC que ceremoniosamente se izaría el día siguiente al final de la conferencia de prensa bajo el pabellón de Singapur de cortesía, a estribor del mástil principal.

Para saber más sobre Republic of Singapore Yacht Club: http: // www.rsyc.org.sg