Cuaderno de Bitácora

A finales de julio de 2018 en Nosy Bey, la expedición cambió parte de la tripulación, Pere Valera quien ya había sido parte de la misma durante la navegación por el océano Índico reemplazó al capitán Pietro Godenzi; su compatriota y bióloga marina Yaiza Santana, quien se había embarcado entre las islas Salomón y Papua-Nueva Guinea entre julio y agosto de 2017, se reincorporó al servicio como coordinadora científica y jefa de grupo en sustitución de Candy Aeschlimann. Vincent Maillard, continúa como segundo durante un mes además de los grumetes pertenecientes al programa socio-educativo Jóvenes en el mar, Emma y Jonathan y dos familias a bordo como miembros de la tripulación. Las navegaciones que siguieron a lo largo de la costa oeste de Madagascar con destino al Sur fueron un ejemplo perfecto de cómo se comparte la experiencia en torno a las cuestiones relacionadas a la ciencia y al medio ambiente, en el seno de la expedición. Diario de a bordo.

" Después de haber efectuado el cambio de tripulación y procedido al avituallamiento, Flor de Pasión se dirige el 27 de julio a Nosy Sakatia para embarcar a dos familias ginebrinas deseosas de vivir la experiencia de la expedición durante diez días. Dos días más tarde se embarcaron Sonia y Aki con sus hijos, Thea y Tobias; Aglae y Christopher con sus hijos Cyprien y Simeón. Estas dos familias seguían la expedición desde hace tiempo, pero a distancia vía Internet, hasta que decidieron embarcarse y zambullirse en el corazón de la aventura para saber y tener otra perspectiva sobre Madagascar.

Desde los primeros instantes, la tripulación pudo constatar con mucho gusto su gran interés por aprender y familiarizarse con los diferentes programas científicos, la integración a la vida a bordo se logró rápidamente. Según el procedimiento usual, la tripulación procedió a una explicación de las reglas a seguir. Luego, delante de una carta marítima, el capitán detalló el plan de navegación de los diez próximos días: 250 millas a recorrer, con el objetivo de llegar a Mahajanga el 6 de agosto.

En el transcurso de estos diez días, esta pequeña comunidad que aprendía a conocerse y a vivir juntos pudo descubrir lugares de una belleza increíble como las playas de Nosy Irandja; admirar la puesta del sol detrás de los pueblos de pescadores de Nosy Kalakajoro; contemplar los arrecifes de coral increíbles y los bancos enormes de peces de Nosy Sahba; visitar la isla de Nosy Lava, su antigua prisión, y descubrir sus paisajes áridos; descender sobre la Punta de Morombe para encontrar allí los lemúridos bailadores en la vegetación; quedarse estupefactos observando las ballenas jorobadas que saltan a algunos metros de Flor de Pasión; llegando a la Bahía Moramba, quedar impresionados por los bosques de baobabs alineados en la orilla sobre una costa salvaje rodeada de pequeñas islas, de playas, de pueblos de pescadores; experimentar la navegación a vela en un barco tradicional donde todo se hace a mano y aprender a maniobrar.

Porque más allá de estas visitas y descubrimientos de paisajes de postales, es importante subrayar la implicación de estas dos familias en la vida a bordo: cocinar, hacer el pan, limpiar, timonear, navegar, etc, así como en los proyectos científicos de la expedición. Las salidas de snorkeling permitieron a nuestros miembros del equipo efectuar observaciones de los corales en el marco del programa CoraWatch, en conjunto con la Universidad de Queensland. Al estar anclados, se realizaron los registros submarinos en el marco del programa 20.000 sonidos bajo los mares ofreciendo la oportunidad de escuchar en directo los sonidos captados por el hydrophone y de familiarizarse así con la problemática de la contaminación sonora de los océanos. Durante la navegación, nuestros miembros de la tripulación participaron en la toma de muestras de agua de superficie en el marco del programa Micromégas sobre la contaminación meso y microplástica. 

La primera se trata del estudio de los microplásticos y del plancton, logrado gracias a muestrarios suplementarios de diez minutos que han sido observados con la lupa binocular. Se han buscado muestras en tres sitios diferentes y se analizaron con el binocular de abordo, un solo pedazo de plástico ha sido encontrado. En cambio, las muestras estaban llenas de plancton, cada uno pudo aprender un poco más sobre la biología de estos organismos. La segunda, en colaboración con la asociación malgache Mada Megafauna (www.madamegafauna.org), consistía en la observación de las ballenas y otra megafauna, según un protocolo de identificación específica.

El 6 de agosto, nuestros pasajeros visiblemente colmados por la experiencia, desembarcaron en Mahajanga para volver a Ginebra, con el espíritu lleno de la aventura vivida. Flor de Pasión, por su parte, anclará frente a Mahajanga algunos días antes de dirigirse hacia el sur en dirección Tulear. «