Cuaderno de Bitácora

Al norte de Madagascar, en junio de 2018, la tripulación de Flor de Pasión alternó entre etapas de navegación y de reparación luego de la travesía del Océano Índico. Observamos como el turismo a gran escala se perfila en el horizonte en esta región que aún se encuentra al margen de los grandes flujos. Pero, por cuanto tiempo … Diario de a bordo del 19 de junio al 03 de julio de 2018. Trayecto: Hell-Ville, Nosy Mitsio

" Nuestro último pasajero dejó el barco el 21 de junio. Se trata de un ginebrino, Eric Dubouloz quien compartió doce días navegando a Madagascar para descubrir desde adentro la expedición y el velero Flor de Pasión. Volvió encantado por su paréntesis "fuera del tiempo ", como lo describe con mucha emoción en el testimonio que compartió en el sitio de la expedición.

Después de la navegación por el Sur de Nosy Be donde se recolectaron muestras regularmente, la tripulación reducida se organiza para quince días de trabajos. La travesía del Océano Índico dejó en efecto rastros, por ejemplo, en el enrollador de la vela anterior. El tubo de aluminio que permite guiar la vela en su funda de sostén está roto y desunido en varios lugares. La vela misma está desgarrada. Los consejos de Yffick, el segundo del equipo y especialista en aparejos se revelan preciosos. El barco también necesita un lifting importante y mantenimiento de algunas de sus partes de madera. Sin hablar de una "pequeña" entrada de agua que nos inquieta un poco … En aproximadamente dos días, 3.000l agua entraron en la sala de máquinas.

Los primeros días pasan en Nosy Sakatia, una pequeña isla al oeste de Nosy Be. ¡El trabajo comienza temprano por la mañana y el día termina en la playa a veces con un partido del mundial en el restaurante local, descanso bien merecido! Aprovechamos también la red para entrar en contacto con Sebastián, otro de los capitanes y responsable técnico de los barcos, para planificar el mantenimiento que se efectuará este otoño durante la escala de la expedición en África del Sur. Aquí, en el fin del mundo, nos arreglamos con los medios que tenemos a bordo. La revisión de las velas permite a Jonathan, uno de los grumetes, y a Candy, la jefa del grupo y coordinadora científica, mostrar sus talentos de "escalada" sobre el gran mástil.

Después de algunos días en Sakatia, el 28 de junio decidimos ir hacia el norte de Madagascar para avistar ballenas. Salimos después del mediodía de Hell-Ville donde efectuamos el abastecimiento para diez días en el mar, así como una presentación de la expedición en la escuela francesa Lamartine delante de jóvenes malgaches.

Llevados por la corriente, navegamos magníficamente a vela entre Nosy Be y Nosy Komba. Las luces de finales del día son idílicas. Anclamos de noche antes de retomar la navegación al amanecer, en función del viento es que avanzamos hasta llegar a Tsarabadjina, una isla privada delante de la cual pasamos una noche anclados después de haberles presentado a Flor de Pasión y a la expedición a los clientes de un lodge.

El 30 de junio por la mañana, dejamos esta bella isla hacia los 4 hermanos, peñascos que no se sabe de donde aparecen y una zambullida para nuestros próximos pasajeros. ¡Cuando por fin se escucha el grito " ballenas! ".

¡Una magnífica ballena  de buena talla pasa a estribor, el soplo es siempre tan  impresionante! ¡La inmersión se efectúa cerca de una roca que emerge siguiendo el consejo del joven Thomás, Vasa Malgache (blanco nacido en Madagascar) disfrutando de un festival!

Peces, corales, gorgonias, una riqueza magnífica y nuestro primer tiburón de punta blanca. Los corales están en buen estado, todas las inmersiones efectuadas desde nuestra llegada muestran una pobreza de peces de roca o de peces de alta mar (meros, carangue barracudas, etc) de gran tamaño. No pescamos nada. Los locales dicen que se debe a la sobrepesca de los barcos de Taiwan y chinos.

Con la nueva tripulación que llegará el 5 de julio, la idea es ir todavía más al Norte, dónde hay menos gente y donde la prioridad de las actividades se consagrará al programa CoralWatch de observación del estado de salud de los corales, que comenzó en Brisbane en abril de 2017 en colaboración con la Universidad de Queensland

Algo más a resaltar, el turismo está en auge alrededor de Nosy Be, con pros y contras.  El desarrollo todavía es en pequeña escala, pero parece perfilarse la llegada de grandes cadenas de hoteles con todas las derivaciones que conlleva al turismo en masa que raramente considera la realidad local. Un mes de salario para un malgache correctamente pagado es de CHF 100.-… Un turismo respetuoso es esencial para salvaguardar este equilibrio que todavía sentimos hoy a través de la gentileza constante de parte de todos los malgaches encontrados, aunque lamentablemente se comienza a hablar de robo y de hurtos también…"

El 20 de abril, la breve escala en el minúsculo archipiélago perteneciente a Australia al sudoeste de Indonesia les dio un respiro a los cinco adolescentes del programa socio-cultural “Jóvenes en el mar” luego de una semana de navegación durante la cual se fueron aclimatando algunos mejor que otros. Respiro corto ya que había que seguir navegando entre las Islas Cocos y Mauricio.

El 21 de abril, dejamos atrás las Islas Cocos con un mar calmo y un tímido viento del este de 2-3 nudos a vela para atravesar el Océano Indico. Al día siguiente, 22 de abril, el viento aumenta suavemente pero no lo suficiente como para inflarlas. Este comienzo hace que sea un aprendizaje al timón para los jóvenes del programa. La tripulación les enseña a seguir el rumbo y entender los caprichos del viento, y así aprenden a jugar con los parámetros, a sentir el velero, se inician en el arte de anticipar la llegada del viento. La navegación se transforma en algo más complejo y sutil. Los jóvenes se enriquecen con estas nuevas experiencias.

Progresivamente el cielo se cubre y comienza a llover en el puente. “Ahí viene” exclaman los marineros para anunciar su llegada. Con una fuerza de 4-5 nudos, aún es moderado, luego de manera más sostenida. El mar también se transforma. Y pronto, ya no es diversión en el timón, se terminan los ejercicios de los jóvenes, dejándolo en manos de los que entienden para hacer frente a decisiones críticas. 

Una tormenta tropical se forma más al oeste en nuestra ruta y llega a nosotros. Y al mismo tiempo el parte meteorológico que recibimos cada mañana y que nos permite anticiparnos, no llega debido a un desperfecto técnico. Con este clima de tensión, la opción es virar y escapar a motor, rumbo norte a 340. La elección drástica nos trae tranquilidad. Las gotas son muchas, pero de a poco, el viento se reduce, el cielo azul va apareciendo, y los arcoíris que colorean el horizonte son como un bálsamo en el corazón del equipo que está a cargo de la navegación. Los jóvenes transforman la pregunta de fondo en música…. “¿Cuánto falta para llegar a tierra?”

Pasadas las inquietudes debidas a la meteorología, otras preocupaciones toman la posta. Debilitada por los rayos UV y los incesantes golpeteos de los primeros días después de la partida de las islas Cocos, una de las bandas de la vela mayor se rompe al nivel del tercer rizo. En cubierta, a cielo abierto Iffick pone manos a la obra junto a Inès para repararla.

Privados de la vela mayor que ayuda a estabilizar el barco, vamos de borda en borda, pero sin perder velocidad. El promedio de millas no se verá afectado. Cuando el viento se calma demasiado, con la vela triangular en la parte superior del mástil principal, logramos una velocidad aceptable, las reparaciones continúan tanto en la vela mayor como en el desalinizador que da señales inquietantes de debilidad, sobre el motor del Zodiac, o en las luces de señalización. ¡No es hasta el 6 de mayo de 2018 que Flor de Pasión navega con todas sus velas en un mar con olas de espuma blanca y con un viento los suficientemente fuerte como para avanzar a buena velocidad! Rumbo a la Isla Mauricio.

En los días anteriores a nuestra llegada un faetón de plumas rojas, pájaro de mar se acerca como loco y cae en cubierta noqueado. Parece que algo lo lastimo y pierde algunas pequeñas plumas. Le faltan fuerzas, pero el mar lo llama. Sus alas son bien grandes para remontar vuelo. Gracias a la ayuda de Aloys, la ilustradora que viaja con nosotros, lo levanta y lo ayuda a remontar vuelo.

10 de mayo, el último día de navegación a comenzado. Hace casi un mes que nuestros pies no pisan tierra firme. De pronto escuchamos un grito: “Waouuuuuu” una piedra!! Es la isla de las Serpientes a una docena de millas al noreste de Mauricio, señal que nuestra llegada es inminente.

En efecto, al día siguiente, 11 de mayo, Flor de Pasión amarra en Puerto Louis, sobre la costa noreste de la isla. Estamos raramente contentos de ver un horizonte no plano y uniforme como el del océano sino recortado y urbanizado….

Rápidamente después de su salida de Yakarta el 12 de abril de 2018, Flor de Pasión fondeó en las proximidades del célebre volcán responsable de una catástrofe planetaria en 1883. Antes de retomar la navegación para continuar la travesía del océano Índico. Cerca, bajo la responsabilidad de una tripulación de cuatro marineros, embarcó un grupo de cinco adolescentes francófonos del programa socio-educativos Jóvenes en mar y sus dos educadores, en colaboración con la asociación Pacífic, y un ilustrador del programa cultural “En el espejo de Magallanes”, Aloys Lolo. Diario de a bordo.

" Indonesia, Yakarta, Marina Batavia. La semana que precede a la salida, el jueves, 12 de abril de 2018, se anuncia ajetreada para la tripulación: se la dedica al abastecimiento de víveres. Se trata de no dejar nada al azar en la elección y el almacenamiento de los víveres frescos y productos no perecederos para 12 personas durante 2 meses. El director de orquesta en la materia, es otra vez Yffick el segundo, había supervisado la misma operación tan delicada como esencial dos años antes cuando el velero zarpaba de Chile para su travesía por océano Pacífico, es decir sabe bien de que se trata …

Nosotros aquí, entre el tráfico de la megalópolis de Indonesia, entre tiendas y mercados, tratando de reunir todos los víveres necesarios para alimentar los 12 estómagos que el aire de mar y el ejercicio físico que conlleva la navegación van a necesitar.

Es la ocasión, para la tripulación, de experimentar la vida cotidiana de los indonesios, y de descubrir los mercados en donde las verduras bordean las calles y las plazas en forma piramidal. Una industria artesanal a cielo abierto. Los portadores llevan las bolsas sobre sus espaldas, los motocarros se hunden bajo montones de coco, Yffig, como siempre, se divierte probando el alimento tradicional especiado, nada le da miedo.

Al final, diez carritos, que debemos transportar zigzagueando para alcanzar los taxis que nos esperan para llegar a la marina. Allí, las operaciones de transbordo toman horas, ya que el barco se encuentra anclado a 800 metros de la costa

El barco está equipado con 1800 litros de agua potable y de un desalinizador, pero el avituallamiento comprende también agua al por mayor en bidones de 5 litros, para hacer frente a cualquier imprevisto. Porque en mar sin agua potable, la vida útil de un ser humano no es larga, tres días a lo sumo … Hay que pensar también en las piezas de recambio esenciales las que se podrían necesitar en caso de problema mecánico u otro.

A partir del 8 de abril, el equipo cuenta con todos sus miembros. Además de Pere (capitán), Yffig (segundo), Inès (jefe de cuadrilla y coordinadora científica) y Léa (jefe de cuadrilla) embarcaron Gérard (educador-navegante) y Jacques (acompañante) y su grupo de 5 adolescentes ginebrinos del programa socio-educativos Jóvenes en mar (Jordan, Max, Nitaah, Sidney, Zayan), y por fin el dibujante ginebrino Aloys, el decimotercer ilustrador del programa cultural En el espejo de Magellan

Todo este pequeño mundo debe encontrar su sitio y sobre todo aprender de la vida a bordo, para las maniobras, reglas, el funcionamiento. Las maniobras, el nombre de los cordajes, la manera de izar o bajar una vela, campo de Yffig. Pere, navegación, mapa y compás en mano. También se trata de ser estricto y claro sobre la utilización de la ducha, los aseos, sobre las reglas que rigen las comidas, el hecho por ejemplo que nadie debe servirse por su cuenta cuando tiene hambre. Fijar un plan para que la vida a bordo se organice armoniosamente entre 12 individuos que van a vivir juntos en un espacio reducido las 24 horas del día …

Cuando Flor de Pasión está listo para levar anclas y la aventura está a punto de comenzar, algunos incidentes afortunadamente menores ya dan una idea de la amplitud que pueden tomar algunos problema en medio del océano: Gérard  se lastima ligeramente la mano cuando suben el semirrígido a bordo; el cabrestante (equipo eléctrico que sirve para subir y bajar el ancla y su cadena) queda bloqueado en la  posición para bajarla; el desalinizador da signos de que algo anda mal, conduciendo a los marineros a divisar una escasez de agua dulce…

A pesar de estos primeros inconvenientes, Flor de Pasión zarpa bajo la mirada de la Marina de Indonesia que sigue a la tripulación a buena distancia. El mar es bello. El viento no quiere pasar la barra de los 5 nudos y hay que ayudar a las velas encendiendo el motor.

Algunos días más tarde el velero atraviesa el estrecho de Sonda que separa Sumatra al norte y Java al sur, zigzagueando entre muchos buques de todo tipo en este eje importante marítimo, todo sobre un fondo de estación petrolera de los colores de Disneyland. Luego anclamos por primera vez en Rakata a los pies de Krakatoa. Espectáculo sorprendente de este volcán siempre activo y cuya erupción violenta en 1883 provocó la devastación en la región llegando hasta Europa, causando decenas de miles de muertos.

El cráter siempre está humeando, pero con poca actividad. Y todo el mundo a bordo aprovecha la oportunidad para el primer (y último) baño antes de la escala próxima en las islas Cocos.